Ávila, ciudad del Camino de la Lengua Castellana.
La Fundación Camino de la Lengua Castellana se constituyó el 22 de febrero de 2000 para promocionar esta ruta cultural. El Camino discurre por las ciudades que vieron nacer la lengua española, que fueron testigos de su crecimiento y estudio, así como del surgimiento de su gramática, que realzaron la creación literaria y que contribuyeron a la expansión necesaria para su compartición con millones de personas de todo el mundo.
El itinerario comienza en los monasterios de Yuso y Suso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), donde se escribieron las primeras palabras en castellano y, por supuesto, pasa por Ávila, tierra de los grandes literatos de la mística española, santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, nombrados patrona de los escritores españoles y patrón de los poetas de lengua española.
El placer de aprender español en Ávila
Quien llega a la ciudad de Ávila, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se sumerge en la lengua española. Si atiende además la invitación unamuniana de pasear por sus plazuelas apacibles y sosegadas, por las que han resbalado siglos de instantaneidad cotidiana, abiertas en el recinto de una eterna ciudad castellana, disfruta de la cultura y puede, si lo desea, devenir en personaje de obras literarias maravillosas o, tal vez, conversar íntimamente con los maestros de la mística, Teresa de Jesús o Juan de la Cruz, o con tantos literatos más que, a través de los siglos, han frecuentado la hospitalidad abulense, entre ellos los ilustrados José Somoza o Gaspar Melchor de Jovellanos, el romántico Gustavo Adolfo Bécquer, los modernistas Rubén Darío o Gabriela Mistral y los noventayochistas Miguel de Unamuno o Pío Baroja, todos ellos protagonistas, junto a otros grandes escritores, de las conocidas “diez rutas literarias de Ávila”.
Ávila suma a los títulos honoríficos más antiguos (del Rey, de los Leales, de los Caballeros) su reconocimiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1985. La cultura mana de su identidad, capaz de aunar sin parangón creatividad, cosmopolitismo, saberes y abstracción recoleta. Cincela con maestría, por ello, las piedras perpetuas y no menos generosas, así como el verbo vívido, el que a su vez labra el espíritu de la lengua, de las palabras, de la comunicación.
En fin, aprender la lengua española en Ávila resulta una experiencia bella y reconfortante, pues sus calles y plazas y, sobre todo, sus gentes se convierten en la alma máter de cuantos quieren formar parte de la gran familia hispanohablante o pretenden, simplemente, enriquecer sus conocimientos con el manejo correcto o el dominio de un idioma universal, que es lengua materna de cuatrocientos setenta millones de personas.
Bienvenidos a la ciudad de Ávila, bienvenidos a la lengua española, bienvenidos a Alma Máter Ávila, Escuela de lenguas y saberes.